Alonso destaca la labor realizada por la Generalitat para la recuperación de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Utiel

La directora general de Patrimonio Cultural, Marta Alonso, ha visitado esta mañana la iglesia parroquial de la Asunción de Utiel, que ha sido restaurada por la Generalitat. Allí Alonso ha destacado que «con esta restauración se ha conseguido consolidar uno de los bienes patrimoniales más relevantes de la Comunitat Valenciana».

Este proyecto de intervención se ha desarrollado buscando siempre las técnicas y procedimientos más adecuados para subsanar los problemas estructurales de esta iglesia, que habían dado lugar a la aparición de importantes grietas en las fachadas. En este proyecto la Dirección General de Patrimonio ha invertido más de 625.000 €.

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Utiel es un claro exponente del gótico meridional, que se define por la búsqueda de un espacio interior único, de formas rectangulares y cuadradas y marcadamente cerrado de cara al medio exterior. Con sistema perimetral de capillas entre contrafuertes interiores, responde a la tipología de nave única tan difundida en la Corona de Aragón y sur de Francia. Su construcción continúa la trayectoria iniciada en la segunda mitad del siglo XV de los edificios públicos, donde nuevas soluciones técnicas y elementos decorativos enriquecen las formas tradicionales, y cuando se introduce el uso de pilares y nervaduras torsos de sección helicoidal. Es entonces cuando se construye el edificio más significativo del periodo, la Lonja de Valencia (1483-98), y en el plano de la arquitectura religiosa es en la parte sur, en contacto con el influjo castellano (Utiel perteneció al marquesado de Villena), donde se levantan las obras más importantes.

Entre ellas, destaca la iglesia de Santiago de Villena, por influencia de la Lonja de Valencia, de gruesos pilares torsos de vivas aristas y una banda de decoración esculpida a modo de capitel. También hay elementos de sección helicoidal en la ampliación de la catedral de Orihuela. Por la cronología de sus pilares helicoidales, la parroquia de Utiel se emparienta con el convento de Santa Clara en Murcia y la parte de los pies de la Colegiata de Gandía.

La nave central del templo es un amplio espacio rectangular rodeado de cinco capillas por cada lado, construidas entre los contrafuertes y un ábside de cinco lados, ochavado, con capillas de planta poligonal irregular de 4 y 6 lados. Mide en su interior 37,7 metros de longitud por 15,10 metros de anchura a los pies y 14, 75 en el presbiterio, las capillas entre contrafuertes miden, entre ejes de las mismas 5,5 metros las cuatro primeras y 6,25 metros el resto, con una profundidad media de 3,5 metros, lo que da un total de 22,40 metros de anchura. La altura de la nave es de 23 metros.

La portada de la calle Santa María de la iglesia de la Asunción de Utiel fue construida entre 1616 y 1620. Tan sólo 44 años después ya necesitó obras de reparación de las bóvedas y a comienzos del siglo XIX ya hay constancia de la existencia de la grieta de la fachada.

El origen de las patologías que se han subsanado se encuentra en la falta de capacidad portante del terreno en el que descansan los cimientos del edificio, por lo que se hacía indispensable corregir este defecto antes de acometer la restauración de las fachadas, para lo que se ha empleado una innovadora técnica de refuerzo del terreno por micropilotaje. Antes de comenzar con las actuaciones en el subsuelo se realizó un estudio arqueológico de la zona afectada, mediante catas que han permitido estudiar los restos de construcciones anteriores a la iglesia.

Durante el transcurso de la obra se han compaginado dos frentes de actuación que se han desarrollado de forma simultánea: por un lado se ha procedido a la mejora del terreno situado bajo la cimentación de la nave, en la zona de la esquina de la plaza del Ayuntamiento con la calle Santa María, tanto por el interior como por el exterior del templo. Para ello se ha realizado siete micropilotes de catorce metros de profundidad mediante la técnica de inyección armada a baja presión. Se ha perforado el suelo hasta alcanzar los 9 metros de profundidad y se han introducido tubos-manguitos de acero, para después inyectar lechada de cemento a presión, con el fin de mejorar la resistencia del terreno.

Por otro lado, se ha llevado a cabo la restauración de la fachada, durante la cual se han desmontado los sillares sueltos y en avanzado estado de deterioro, en cornisas, ventana y portada, pues algunos de ellos presentaban riesgo de desprendimiento y caída a vía publica. Tras la limpieza de la piedra y el mortero, y la aplicación de consolidantes y biocida, se recolocaron los sillares desplazados a consecuencia de los movimientos estructurales, situados en las claves de los arcos de la cornisa, la ventana y la portada, y se sustituyeron aquellos que se encontraban en avanzado estado de deterioro.

Finalmente se han sellado las dos grietas principales que atravesaban la fachada, y que en algunos tramos presentaban una anchura de 30 cm. Para ello se ha inyectado en su interior hormigón de cal hidráulica y se han colocado sillares de piedra similar a la existente en el exterior.

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