El alcalde de Villargordo del Cabriel corrobora el apoyo de su consistorio a la carrera solidaria contra el cáncer

Rus reunido con el alcalde de Vilalrgordo del Cabriel y una concejala
El presidente de la Diputación y el alcalde tras la reunión mantenida. tc.c

El alcalde de Villargordo del Cabriel, Francisco Nuévalos, ha corroborado a este semanario que el consistorio que preside va a prestar «todo su apoyo» a la Carrera solidaria contra el cáncer que parte esta tarde desde su población con destino a la localidad de Albal y que estará protagonizada por doce atletas.

El munícipe recuerda que cuando la organización de puso en contacto con él no dudó en aceptar la propuesta, volcándose de lleno en ella e invitando a la ciudadanía a hacer lo propio.

El apoyo institucional se confirma como esencial para la continuidad de una iniciativa con la que se busca dar un ejemplo de superación, algo que ha valorado muy positivamente Nuévalos.

Los doce protagonistas de la cita deportiva estarán sobre el asfalto 24 horas de forma ininterrumpida, algo al alcance de muy pocos atletas.
La salida se ha ubicado en el Ayuntamiento de Villargordo del Cabriel y está prevista a las 20 horas. La llegada se ha fijado a la misma hora del día siguiente a la Plaça del Jardí de Albal. Con su ejemplo, los corredores quieren inculcar su coraje, fortaleza y convicción a los que luchan contra el cáncer, diciéndoles que «sí se puede» superarlo, al igual que ellos lo hacen con el reto de la carrera, yendo más allá de sus propios y supuestos límites físicos y mentales.

Una hora antes de la salida, el inspirador de estos retos, José Antonio Miguel Garrido, ofrecerá precisamente una charla en Villargordo del Cabriel sobre lo que representa para ellos estas carreras y el espíritu que les anima a realizarlas, pese a que algunos las pueden considerar una locura. Ese espíritu se expresó en toda su magnitud en el primer reto, el 28 de abril de 2011, en el que José Antonio corrió, junto con su compañero Francisco Lahoz, 160 kilómetros desde Albal hasta Ledaña en Cuenca, parando sólo a dormir por la noche, con el fin de «potenciar la lucha contra el cáncer y animar a que no se tire la toalla», así como para dar el ejemplo de que, si él podía realizar este reto, cualquiera puede hacerlo, y también luchar contra el cáncer con éxito y curarse. La elección de Ledaña fue como homenaje a su abuelo, que falleció por esta enfermedad, el cual era natural de esta población y además quería mucho a Albal.

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