Las imágenes de la celebración del 25 aniversario de Acaronar con un concierto solidario en Cheste

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El acto contó con la participación de la directora general de Infancia y Adolescencia, Rosa Molero, la concejala de Bienestar Social del Ayuntamiento de Cheste, Mª Ángeles Llorente, y el presidente de Acaronar, Ricardo Casadó

El pasado viernes, 7 de diciembre, Acaronar celebraba sus 25 años de trayectoria con un concierto solidario a cargo de la mezzosoprano Marina Pardo, el clarinetista Carlos J. Casadó, el violista Rubén Menéndez y el pianista Damián Hernández, con la colaboración de la Sapere Aude Sinfonietta. 

El acto tuvo lugar en el teatro Liceo y arrancó con una presentación teatralizada a cargo de la compañía Senda Teatro, que dio a conocer de forma muy amena el recorrido de Acaronar durante los últimos 25 años; así como sus vías de actuación. Tras la introducción sobre el cometido de la asociación, se rindió homenaje a todas las personas fundadoras, miembros del colectivo de educadores y educadoras de la Residencia Comarcal “La Foia” de Buñol, y se hizo un especial agradecimiento a los colaboradores, colaboradoras, voluntarios y voluntarias; a los socios, socias, niños, niñas, familias de acogida y profesionales vinculados a los proyectos que lleva a cabo la asociación. Así, en la primera parte del acto, representantes de cada colectivo implicado con Acaronar fueron subiendo al escenario a recibir su reconocimiento.

“Acaronar es una asociación que nos ha permitido promover la cultura de protección a la infancia con el impulso de uno de sus recursos: el acogimiento familiar y, particularmente, ha posibilitado que casi 400 personas y familias hayan vivido, seguramente, una de las experiencias más importantes de sus vidas, dando, a su vez, a muchos niños y niñas la posibilidad de vincularse con unas personas que se han hecho cargo de ellos durante un tiempo y que también han pasado a formar parte de sus vidas para siempre”, manifestaba el presidente de Acaronar, Ricardo Casadó. 

Tal y como explicó Casadó, Acaronar tiene en marcha el proyecto de la Red de Oficinas de Acogimiento Familiar, en colaboración con la Generalitat y, paralelamente, lleva a cabo programas de sensibilización y prevención. “Nos gustaría despertar el interés por el acogimiento familiar y aumentar la colaboración con nosotros en la difusión de este recurso de la sociedad”, apuntaba el presidente.

“Sin Acaronar el recurso del acogimiento no sería lo que es”, afirmaba en su discurso la directora general de Infancia y Adolescencia, Rosa Molero. “Tras estos años hemos aprendido a tener en cuenta lo que supone la responsabilidad que tenemos como ex-niños y ex-niñas de asegurarnos de que los derechos de los niños y niñas estén consolidados tanto en el futuro como en el presente y esta es la tarea que está realizando Acaronar. La semana pasada se aprobó la Ley de Infancia y Adolescencia, donde tanto Acaronar como otras asociaciones de acogimiento familiar han estado aportando su granito de arena. Esta ley es la primera en este territorio nacional que es participada por sus protagonistas: los niños y las niñas; en unas semanas estará publicada y estoy segura de que reconoceréis su aportación en gran parte de su articulado”.

Molero expresó su agradecimiento a la concejalía de Bienestar Social del Ayuntamiento de Cheste, a cargo de Mª Ángeles Llorente. “Además de que nos ha acogido en este espacio hoy, tiene un compromiso con los recursos sociales y en particular con el acogimiento familiar”, señalaba la directora.

Por su parte, Llorente felicitó a la asociación por sus 25 años de trabajo en proyectos de acogimiento familiar, intervención, orientación e inserción socio-laboral, entre otros. “En 1991 llegué a trabajar al colegio público Cervantes de Buñol, que mantenía una intensa relación con un centro público de atención residencial a menores: la Residencia Comarcal La Hoya de Buñol. Parte de los y las docentes del colegio habían sido educadores allí y muchos de los niños de la residencia venían a nuestro centro. En aquella época trabajamos juntos por la inclusión escolar y social, los y las educadoras de la residencia se dejaban la piel para buscar alternativas a los problemas que iban surgiendo en la convivencia diaria: se trabajaba con las familias de los niños y niñas que estaban en la residencia y también con los que estaban en el colegio, haciéndoles conscientes de realidades distintas y trabajando por la inclusión. La justicia social y la solidaridad eran valores a instaurar y defender. Contaron con un grupo de 140 personas, algunas de las cuales ya colaboraban con la residencia atendiendo a niños y niñas en su tiempo libre. Así, en un noble ejercicio de ciudadanía responsable surgió Acaronar, preciosa palabra que nace de una profunda humanidad. Acariciar implica afecto, consuelo, ternura, aceptación, protección, amparo sin nada a cambio: acogimiento. Y el acogimiento implica una generosidad extrema. La palabra acogida habla de espacio, de casa, de crear oportunidades alternativas a aquellas personas que son frágiles y están perdidas, desorientadas y excluidas”, declaraba la concejala. “La realidad de los centros de menores ha cambiado mucho, yo diría que a peor, las leyes del menor no dan respuestas a muchas de las necesidades de los niños y niñas. El franquismo sociológico, misógino y clasista perdura mucho más de lo que somos capaces de creer. Por eso, que asociaciones como Acaronar cumplan 25 años tiene un valor excepcional y merece un reconocimiento institucional y un apoyo social de largo alcance”.