Los nuevos descubrimientos en el Garroferal de la Blanca confirman que se produce vino en Turís desde hace dos mil años

Ismael Corell y Eugenio Fortaña junto a los responsables de la excavación. tc.c

Ismael Corell y Eugenio Fortaña junto a los responsables de la excavación. tc.c
Durante este verano se ha llevado a cabo la segunda campaña de excavación en el yacimiento arqueológico del Garroferal de la Blanca en Turís, muy cercano a los importantísimos vestigios íberos de La Carència, con la clara conclusión de que en la zona ya se producía vino des de hace casi dos mil años.
La investigación, dirigida por Rosa Albiach, del Museo Valenciano de la Ilustración, y Hèctor Orengo, de la Universidad de Sheffield, con la dirección adjunta de Adrià Pitarch y bajo los auspicios del Servicio de Investigación Prehistórica del Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia, se ha saldado con el descubrimiento de nuevas estructuras de época Romana imperial (siglos 2 a 3 después de Cristo).
El Alcalde de Turís, Ismael Corell, ha destacado “la gran importancia de estos descubrimientos” durante una visita realizada al yacimiento junto al primer teniente de Alcalde, Eugenio Fortaña. “En cada campaña van surgiendo novedades que confieren más importancia si cabe a los yacimientos que poseemos. Sin duda Turís tiene un pasado apasionante en cuanto a culturas y civilizaciones que se asentaron en nuestro territorio, y es todo un lujo poder contemplarlo con esta claridad y que los vecinos puedan conocerlo”.
En la primera campaña realizada en 2014 se documentó una superficie de mortero de cal y una balsa de mortero hidráulico adosada. “Se especuló que estas estructuras formaban parte de una prensa para la producción de vino o aceite, y el hallazgo de parte de una piedra de molino para triturar olivas y una segunda piedra de molino para la prensa de aceite y vino confirmaba estas sospechas”, explica Hèctor Orengo. La prensa estaría situada sobre la superficie de mortero y el zumo prensado se acumularía en la balsa.
Durante los trabajos realizados este año se ha descubierto que “la superficie de mortero se extendía por un área mucho más grande de la que en principio se pensaba, y que dos aposentos cuadrangulares se adosaban a esta por su lado norte”. Uno de ellos ha sido excavado completamente y presenta también un mortero hidráulico que testimonia su uso como balsa o área de prensado de vino.
Los detalles que se han desvelado, y que detalla Orengo, no hacen más que señalar en dicha dirección. “En una segunda fase la mencionada balsa reduce su extensión y se abre una puerta hacia la segunda habitación descubierta. La presencia de cenizas alrededor de la estructura hace sospechar la presencia de un horno en este segundo aposento, pero en esta campaña que no ha sido excavado. El horno podría haber formado par del proceso de producción de vino puesto que en época romana se calentaba para acelerar su maduración”.
La conclusión a la vista de todo lo que se va encontrando en el Garroferal de la Blanca parece bastante concluyente: “estas estructuras testimonian la gran importancia que tuvo la producción de aceite y vino en el área, la última de especial interés dada la actual relevancia de esta industria en Turís confirmando una tradición vinícola turisana que se puede remontar casi dos mil años”, asegura Hèctor Orengo, de la Universidad de Sheffield.

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