Los vecinos y vecinas de las urbanizaciones de Vilamarxant se informan para prevenir incendios forestales y para autoprotegerse

La charla tuvo lugar ayer en el Club Social de la urbanización Monte Horquera de Vilamarxant, con la asistencia de una treintena de personas.
La charla tuvo lugar ayer en el Club Social de la urbanización Monte Horquera de Vilamarxant, con la asistencia de una treintena de personas.
La charla tuvo lugar ayer en el Club Social de la urbanización Monte Horquera de Vilamarxant, con la asistencia de una treintena de personas.
La charla tuvo lugar ayer en el Club Social de la urbanización Monte Horquera de Vilamarxant, con la asistencia de una treintena de personas.

El Club Social de la urbanización Monte Horquera acogió una charla sobre la prevención de incendios forestales y sobre medidas de autoprotección en las interfaces urbanas-forestales. La cita estaba dirigida a los vecinos y vecinas de las urbanizaciones de Vilamarxant y estuvo organizada por la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento, la Generalitat y el 112.

Las interfaces urbanas-forestales son áreas donde la población humana y las infraestructuras se mezclan con la montaña.

Una treintena de personas recibieron los consejos del ingeniero forestal Ferran Dalmau. Uno de los objetivos de la cita fue explicar y poner el valor aquello que se puede perder en un incendio forestal para que todo el mundo entienda las decisiones que, a veces, se toman cuando actúan los bomberos, así como para ofrecer algunos consejos prácticos que se pueden aplicar para minimizar los riesgos en las viviendas.

En primer lugar, y contrariamente a lo que puede pensar mucha gente, Ferran Dalmau explicó que cada vez hay más masa forestal. Esto se produce porque, hoy por hoy, los recursos que hay en nuestros bosques no tienen un aprovechamiento económico como antes. Así, explicaba el ponente, “hace años mucha gente empleaba la leña de sus alrededores para sus casas y algunos recursos de la montaña se comercializaban, mientras que ahora no es así y por eso esta energía se ha acumulado, lo que provoca que los incendios sean más grandes y se propaguen con más rapidez que décadas atrás”.

A pesar de todo, Ferran Dalmau quiso destacar los servicios que los espacios naturales aportan a la sociedad y que, muchas veces, no los percibimos por el simple hecho de que no tienen un valor determinado y que siempre han estado en nuestro entorno. Habló de su capacidad de producción, con materiales como la madera o el corcho, la actividad ganadera o apícola, su aprovechamiento para la caza, para practicar deportes, para hacer turismo, para la botánica y la medicina y el importantísimo servicio que dan a la hora de regular el clima de la zona.

Consejos para hacer de las viviendas espacios defendibles

Durante la charla se explicó, con la ayuda de mucho material audiovisual, que si una vivienda se encuentra en el recorrido de un incendio puede convertirse en un combustible más y llegar a quemarse. De hecho, a pesar de que no esté en la dirección directa de las llamas, el fuego puede llegar a ella saltando cortafuegos como carreteras por las llamadas pavesas (chispas generadas por el incendio y que pueden impulsarse hasta kilómetros).

Hay elementos y prácticas que hay que evitar para no convertir nuestra casa en un elemento fácil de quemar. Así, se desaconseja tener madera acumulada, especialmente cerca de las fachadas; otro tipo de materiales inflamables, como mallas de plástico, toldos o carpas, y determinadas especies vegetales, como los cipreses.

También se recordó que la responsabilidad de la ejecución y del mantenimiento de una vivienda en este aspecto corresponde a los propietarios y propietarias.

Para crear estos espacios defendibles, hay que prestar especial atención a los jardines, manteniéndolos siempre muy regados porque esa agua acumulada durante días es más resistente a las llamas que la de la misma manguera de los bomberos.

También se dieron los siguientes consejos:

– Desbrozar en un perímetro de 30 metros de anchura que separe la casa de la montaña.

– Evitar acumulaciones de restos combustibles.

– Dejar libre la fachada, puertas y ventanas.

– Procurar que no haya árboles a 10 metros de las casas.

– Retirar hojas y restos de vegetación seca (especialmente en azoteas y tejados).

– Tener en buen estado las vías de acceso de la vivienda.

– Si hay algún depósito de combustible, situarlo lejos.

– Proteger las ventanas con contraventanas y persianas.

– Tener las piscinas disponibles para posibles necesidades del equipo de bomberos.

Cifras de incendios forestales en la Comunidad  Valenciana

El ponente también destacó la tarea de los bomberos que, muchas veces, arriesgan la vida e intentan contener las llamas, incluso en lugares donde no deberían, para defender las viviendas. Unas viviendas que en ocasiones resultan peligrosas porque los propietarios o propietarias no las mantienen como espacios defendibles ante los incendios.

Así, Ferran Dalmau destacó que entre 2000 y 2015 se produjeron 4.444 incendios en la Comunidad que quemaron más de 90.000 hectáreas. Con todo, debido a la buena y rápida actuación de los equipos de emergencia, solo se produjeron 19 grandes incendios y de ellos únicamente 2 fueron naturales; los otros estuvieron provocados por negligencias o por la actuación humana.

Los trabajos de extinción de estos fuegos supusieron un gasto de 320 millones de euros.

Actuaciones del Ayuntamiento de Vilamarxant

El ponente explicó que el Ayuntamiento de Vilamarxant es uno de los que más medidas y actividades está desarrollando para concienciar a la población sobre estos riesgos.

Así, destacó el número de charlas de este tipo que tienen lugar periódicamente y la buena respuesta de los vecinos y vecinas. Además, resaltó que es de los pocos municipios que está trabajando con planes de interfaces para mantenerlas en las mejores y más seguras condiciones.

El concejal de Medio Ambiente, Manolo Bernad, destacó que Vilamarxant ya tiene redactado el Plan local de prevención de incendios forestales y que solo falta recibir el visto bueno de la Conselleria. También puso en valor la tarea del Voluntariado Ambiental. “Hoy por hoy hay 20 personas voluntarias que vigilan nuestros parajes durante los fines de semana y que alertan de cualquier fuego o humo que ven. También informan de comportamientos incívicos o que puedan suponer un riesgo”, relataba.

Por su parte, el técnico medioambiental municipal, Salvador Villalba, habló sobre la puesta en marcha de la caldera de biomasa en la Piscina municipal por el ahorro energético que comporta y porque esa biomasa se adquiere de Moixent, con lo cual se ayuda a eliminar restos de arbolado. La intención del consistorio es trabajar para, en un futuro, conseguir que esa biomasa se produzca en Vilamarxant para aprovechar los recursos que generan nuestros espacios naturales de una forma sostenible y que ayude a tener unas zonas forestales cada vez mejor gestionadas.

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