Riba-roja cubre las 87 plazas del aparcamiento municipal que costó 6 millones de euros

El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha logrado aumentar en un 77 por ciento la ocupación de las plazas del aparcamiento municipal, ubicado en la plaza principal, tras rebajar a la mitad el precio público de las mismas, lo que significa que se han cubierto por completo. De las 49 plazas ocupadas en octubre pasado se han pasado a las actuales 87 fruto de la reducción en el precio de las mismas que cobra el consistorio a los usuarios.

El parking municipal de Riba-roja tiene una capacidad de 103 plazas pero se ha permitido una ocupación máxima de 87 ya que las 16 restantes se han dejado libres para que puedan ser usadas por los clientes de los comercios de la zona. Además, se ha generado una lista de espera de 11 usuarios que deberán esperar posibles bajas en un futuro para acceder a una de ellas.

La reducción del precio aprobada en sesión plenaria en noviembre del pasado año junto a los nuevos alicientes auspiciados por el actual gobierno de Riba-roja -formado por el PSPV, Compromís y Esquerra Unida- son algunos de los factores que explican este notable auge de un aparcamiento municipal que, inaugurado en el año 2008, presenta anualmente un déficit de mantenimiento superior a los 100.00 euros en total.

El pleno del pasado noviembre decidió imprimir un nuevo rumbo a unas instalaciones municipales que costaron cerca de 6 millones de euros sufragadas por las arcas públicas pero que, en modo alguno, se han podido rentabilizar en absoluto hasta el punto que en algunas jornadas a lo largo de estos años se han llegado a recaudar 10 euros al día por su utilización. Sin olvidar que en algunos ejercicios se han llegado a computar, paradójicamente, una entrada de 25.889 vehículos en sus instalaciones en el año 2012 pero una salida de 26.663 coches en total.
Las cifras de un estudio municipal revelan que de las 23 plazas ocupadas en octubre pasado -antes de la rebaja- se han pasado a las actuales 53 en la modalidad de turismos durante 24 horas, es decir, un incremento de hasta el 130 porciento. En el apartado de plazas de turismos diurnos -de lunes a viernes de 7’30 a 19’30 horas- el aumento llega al 21% al aumentar de las 23 plazas ocupadas a las actuales 28, mientras que en la tercera modalidad destinada a turismos y ciclomotores durante 24 horas que pasan de 3 plazas ocupadas a 6, un incremento del 100 por ciento.

Este aumento sustancial en la utilización de estas instalaciones se ha visto compensado en la recaudación de las arcas municipales que, mensualmente, han pasado de recaudar 1.346 euros por la ocupación de las plazas a los actuales 1.520 euros al mes, un incremento superior al 12 por ciento en total, lo que viene a confirmar las previsiones del gobierno de Riba-roja cuando aprobó la citada rebaja.

El concejal de Hacienda, José Ángel Hernández, ha subrayado que la medida de la rebaja «no buscaba un aumento de la recaudación ya que la inversión que se realizó en su momento fue desorbitada sino que el ánimo es de beneficiar a los vecinos con precios más asequibles para todos los bolsillos ya que se trata de unas inversiones municipales que nunca serán rentables y, por tanto, el único objetivo del gobierno actual es redundar en el provecho de los ciudadanos al tiempo que los comercios del casco urbano también obtienen mejores ventas».

Hernández ha recordado que en su momento «el grupo socialista ya realizó una propuesta para construir un aparcamiento muy cerca del actual, a sólo 20 metros con la adecuación del barranco destinado a 200 turismos que con una inversión de 1 millón de euros habría ofrecido un mejor servicio para los conductores de nuestra población; no obstante, ahora tenemos que gestionar de la mejor forma posibles los recursos de los que disponemos».

Otra de las novedades que entró en vigor en noviembre pasado tras la rebaja de las tarifas fue para aquellos conductores que opten por alquilar una plaza por un mínimo de 1 mes frente a los 2 años que obligaba hasta ahora la ordenanza para facilitar, principalmente, su uso a «los comercios y hoteles que podrán realizar sus reservas de plazas por periodos más reducidos en función de las necesidades temporales de sus negocios».

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