El Ayuntamiento de Chiva pone fin al problema del agua potable de las urbanizaciones Olimar, Atalaya y Carambolo.

La junta de gobierno local tiene previsto aprobar hoy la memoria de actuaciones presentada por Egevasa  así como el acuerdo de arrendamiento  del nuevo pozo que debe suministrar el agua potable y en cantidad  suficiente a las urbanizaciones de Olimar, Atalaya y Carambolo y a los núcleos de Altamar, Casa Parra y La Muela.

Tras dar cuenta en la citada junta, el pleno del Ayuntamiento deberá aprobar la nueva tarifa de inversiones  que permitan la financiación de una obra  que cuenta con un presupuesto estimado de 150.000 euros.

Las actuaciones que ahora comenzarán a ejecutarse se  aprobarán tras la realización de diversas perforaciones hace meses en el entorno del pozo San Alvaro,  perforaciones que no dieron como resultado la obtención de caudal suficiente para asegurar el suministro a los citados vecinos de Chiva.

Una vez rechazado este primer intento de solución del problema, el Ayuntamiento ha estado trabajando en diversas alternativas hasta dar con la actual, una obra que permitirá el suministro desde el pozo  del Carmen, ubicado a 5 kilómetros de las urbanizaciones , si bien asegura el caudal necesario y pone fin a una situación compleja en la que los vecinos han debido sufrir los problemas derivados de la contaminación del pozo San Alvaro por plaguicidas.

Esta actuación se realizará con carácter de urgencia, estando previsto que pueda comenzar a suministrar agua en un periodo no superior a tres meses.

De este modo, el  Ayuntamiento arrienda para su explotación el pozo del Carmen . Asumiendo la gestión de dicho pozo para acometer el servicio. Estando previsto en el proyecto  la inversión para las canalizaciones y obras necesarias . Entre las actuaciones esta prevista la construcción  de un deposito en superficie, diversos grupos de impulsión y la construcción de nuevas redes y mejora  de las existentes, .

La situación vivida por los vecinos de estas urbanizaciones no es nueva, si bien durante este verano se agrava especialmente como consecuencia de la bajada de nivel del pozo san Alvaro y la ausencia de lluvias.

Con esta medida, el  consistorio da un paso definitivo en la solución de un problema histórico con las necesarias garantías de éxito .

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