El PSPV de Riba-roja de Túria ha denunciado los últimos «saqueos, destrozos y robos ocurridos en las masías ubicadas en el PAI Mas de Baló y el polígono sector 13 que impulsó el ex presidente del Valencia Juan Soler como agente urbanizador de este programa urbanístico. La masía pública Torre Miranda-La Constancia situada en el polígono 13 y las de titularidad privada denominadas Mompó y Baló -ubicadas en el PAI Mas de Baló- presentan un aspecto lamentable por la falta de un plan de protección y recuperación de estos inmuebles ante el abandono del propio ayuntamiento», tal como han denunciado desde el PSOE.
Según las mismas fuentes, «las masías están incluidas en el PAI Mas de Baló de Riba-roja que desarrolló en el año 2003 el ex presidente del Valencia Juan Soler en su calidad de agente urbanizador de 1 millón de metros cuadrados de terrenos catalogados como suelo agrícola protegido antes de su recalificación. Sin embargo, el ingente patrimonio histórico incluido en este plan ni se inventarió ni tampoco fue dotado de un programación de rehabilitación».
El portavoz PSPV de Riba-roja, Robert Raga, ha denunciado que las tres masías cuyo origen entronca con los siglos XVII y XVIII «presentan un aspecto deplorable y vergonzoso por culpa de un gobierno municipal más preocupado por la aprobación masiva de planes urbanísticos basados en la cultura del pelotazo y de la especulación económica que de defender y proteger los intereses de todos sus vecinos».
El portavoz socialista censura los actos vandálicos de los que han sido objeto «con roturas de cristales, puertas y ventanas, el robo y saqueo de aquellos objeto de valor y una proliferación preocupante de basuras y escombros en los alrededores con todas las consecuencias que se pueden producir si acuden jóvenes o niños al interior de los inmuebles; además, se han robados azulejos antiguos, seguramente por encargo de otros propietarios y el pillaje de instrumentales de la época que quedaron olvidados valiéndose para ello de la ausencia de vigilancia en los alrededores».
Las masías se utilizaban, originariamente, con un doble valor ya que, por una parte, permitían vivir a las familias propietarias al tiempo que, por otra parte, disponían de un gran número de actividades relacionadas con la agricultura y la ganadería gracias a las enormes extensión de terrenos que las conformaban.
Raga añade su preocupación «por la pérdida irremediable propiciada por el equipo de gobierno del PP ya que algunas estancias tan conocidas y arraigadas en Riba-roja como las almazaras, bodegas, caballerías y estancias notables que todavía se pueden contemplar actualmente en su interior pueden pasar al recuerdo si no se lleva a cabo un actuación urgente y decidida por parte del ayuntamiento y que para los vecinos tiene una importancia indudable para entender nuestra historia local».
El portavoz municipal subraya que el PAI «ha servido para el negocio de unos cuantos empresarios y especuladores con la aquiescencia del actual gobierno local ya que tras los años de los fastos y las vacas gordas de los años del ladrillo en Riba-roja hemos pasado a la época del abandono y el olvido por la crisis actual, con inmuebles cayéndose y con otras carencias que no se han ejecutado todavía a pesar de su obligación como un acceso a Nacional III, la puesta en marcha de una depuradora de aguas residuales o el soterramiento de una línea de media tensión».
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