AVA-ASAJA afirma que el hundimiento de los precios de la patata y la cebolla obligará a destruir la cosecha

Los productores valencianos de patatas y cebollas afrontan la recta final de una de las peores campañas que se recuerdan en mucho tiempo. La dimensión del desastre ha alcanzado tal magnitud que los agricultores se están planteando, en muchos casos, comenzar a “rotovatar” sus campos, es decir, a destruir las cosechas con las máquinas porque ni siquiera les sale a cuenta recolectar el producto para intentar venderlo en el mercado. Efectivamente, de acuerdo con las informaciones recabadas por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) entre los propios afectados por esta coyuntura, los precios que se están ofreciendo por la patata en las zonas de cultivo de L´Horta de Valencia no llegan a los 10 céntimos por kilo, cuando el coste de producción de ese mismo kilo se sitúa en torno a 12 céntimos, mientras que en el caso de la cebolla la situación es aún peor, ya que las cotizaciones oscilan entre 5 y 6 céntimos por kilo, cuando el coste de producción ronda los 15 céntimos.
“En esas condiciones resulta imposible trabajar –explica el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado- porque los precios están tan hundidos que apenas alcanzarían para compensar el gasto que acarrea la recolección del producto, de tal manera que no queda otro remedio que abandonar las cosechas o destruirlas. Es muy lamentable que hayamos llegado a este extremo, máxime si tenemos en cuenta que cultivos como la patata y la cebolla son muy importantes a la hora de lograr un equilibrio de la renta agraria para los agricultores de comarcas como L´Horta, Camp de Morvedre o la Ribera”.
La causa principal de este descalabro se encuentra en la presión al alza sobre la oferta global del mercado que han venido ejerciendo desde el inicio de la campaña otras comunidades productoras como Andalucía y Extremadura, donde este año se han incrementado un 30% las superficies dedicadas a estos cultivos. Además, y ya en el contexto europeo, también Italia ha doblado prácticamente su producción de patatas, al tiempo que Francia aún mantiene un “stock” considerable de este mismo producto. Las consecuencias de esa sobreproducción se han plasmado en un mercado apático y dominado por precios de ruina para los cultivadores valencianos.
“La catástrofe que estamos viviendo este año –destaca Cristóbal Aguado- con la patata y la cebolla viene a sumarse a la nefasta campaña citrícola que ahora concluye y a los efectos devastadores que la sequía ya ha tenido en hortalizas como la alcachofa, la coliflor o la lechuga y que ya se están dejando notar también en otros cultivos como la viña, ciertos frutales, el almendro o el cereal. Estamos atravesando un año verdaderamente horrible para la agricultura y la ganadería que puede provocar que las cifras de abandono se disparen”.
El presidente de AVA-ASAJA agrega que problemas tan graves como los que atraviesan esta temporada patatas y cebollas “ponen de relieve la necesidad ineludible de que la nueva Organización Común de Mercado (OCM) de frutas y hortalizas aborde y aporte soluciones concretas a estas situaciones de crisis de mercado, puesto que ya hemos visto que la nueva Política Agraria Común (PAC) no ofrece ninguna respuesta en esta materia”.

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