Titaguas inicia sus «Fiestas gordas» con el traslado de la patrona y los bailes de procesión

Las panderetas son uno de los elementos de las Danzas de Procesión. Foto: Lidia Ferrer.
Las panderetas son uno de los elementos de las Danzas de Procesión. Foto: Lidia Ferrer.
Las panderetas son uno de los elementos de las Danzas de Procesión. Foto: Lidia Ferrer.
Las panderetas son uno de los elementos de las Danzas de Procesión. Foto: Lidia Ferrer.

Este sábado, 30 de abril, comienzan oficialmente “las Fiestas Gordas” en Titaguas. Si bien en la localidad se celebran todos los años las Fiestas Patronales durante la primera semana del mes de septiembre, cada siete años, las fiestas se hacen “con mayor solemnidad”.

De esta forma la Virgen del Remedio es llevada en procesión desde su ermita hasta la Iglesia del pueblo, en el mes de Mayo. Titaguas se engalana para recibir a la Patrona con arcos de sabina que se colocan en diferentes lugares simbólicos,  por donde pasa la procesión, la banda la acompaña en su camino y los niños y niñas se agrupan de ocho en ocho para danzar en su honor. Lo hacen a lo largo del recorrido, parando en cuatro puntos en los que los asistentes hacen hueco, el clarinete y la caja empiezan a interpretar la melodía clásica y las niñas y niños se agrupan para hacer Las Danzas de Procesión (niñas) y Danzas Guerreras (niños).

Todos de blanco y con edades comprendidas entre los siete y los trece años, danzan manteniendo una tradición que se viene desarrollando desde el siglo XVIII. Los estudiosos hablan de la singularidad de estas danzas que han sido interpretadas por otros grupos fuera de la localidad o incluso incluidos dentro de alguno de los programas formativos de primaria. El hecho de ser bailadas por niños y no por adultos le da fuerza y diferenciación de otras similares que podemos encontrar en otras poblaciones de interior, como Chelva o algunas del Maestrazgo.

Pandereta, uno de los elementos de las Danzas de Procesión

Este año son 26 las niñas y 16 los niños que harán las danzas, que se agruparán en tres grupos las de procesión y dos las guerreras. A parte, las Danzas llevan también los músicos intérpretes de clarinete y caja y los ayudantes que portan los elementos que necesitan las niñas y niños, como rueca, uso, pandereta y arco en las niñas o palos, espadas, planchas y almerices, en los niños.

Este año la Bajada de La Virgen contará con la novedad de la ofrenda floral que los vecinos van a hacerle a su patrona, siguiendo una propuesta del Párroco y los Clavarios. A la vez, la fecha coincide con la celebración de  Los Mayos que por la noche cantarán los Quintos y la Rondalla. Esta es otra de las tradiciones que permanece muy viva en Titaguas. Se trata de una noche de ronda  nocturna de cuerda y voz, en la que se canta a la Virgen y a las mozas con una singular melodía y con la que “se planta el mayo”, la unión de un chico y una chica, que deberán bailar en la verbena de esa noche.

La población serrana que a penas llega a los 500 habitantes y 30 alumnos en su aulario (el colegio forma parte de uno agrupado, junto con las localidades de Aras de los Olmos y Alpuente) es un ejemplo de colaboración y mantenimiento de las tradiciones. Estas son posible a los vecinos y a los allegados que no residen en el pueblo, pero que disfrutan de él durante los fines de semana. Por ello, desde que entró el año, casi todos los sábado y domingos, la población se duplica para trabajar en la organización de las mejores fiestas. Informa, Lidia Ferrer.

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