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Valencià
Este viernes se ha restablecido, aunque con cortes intermitentes y muy lentamente, la circulación en la vía de incorporación desde la población de Buñol a la Autovía A3 en sentido Valencia; al igual que el tramo de la Autovía entre los términos de Buñol y Chiva (en la misma dirección) bajo el viaducto del AVE, tras la retirada de la mayor parte de los vehículos que quedaron atrapados la catastrófica y aterradora noche del martes en las inmediaciones de una zona que se convirtió en una trampa mortal para muchos conductores.
La circulación de vehículos en ese mismo tramo de la autovía en dirección Madrid recuperaba también la normalidad horas antes, después de que ya no quedase ningún vehículo sin retirar de la calzada y esta quedara prácticamente despejada.
No obstante, la circulación hacia Valencia todavía se realizaba este viernes a través de la vía de acceso a Chiva desde Buñol, dado que la A3 seguía sin estar abierta al tránsito a partir del puente existente metros adelante del acceso en la citada dirección.
Sin cadáveres en los vehículos
En las tareas de retirada de vehículos y el levantamiento a cargo de las autoridades judiciales de los cadáveres (de los que ya no quedaba ninguno dentro de los vehículos al mediodía de este viernes), participaban además de los equipos de limpieza, grúas, sanitarios y miembros de la Guardia Civil, también trabajaban efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) retirando con maquinaria pesada los coches, furgonetas y camiones para ir despejando la zona al tránsito rodado.
Búsqueda de restos
Aunque el último de los cadáveres hayado en los vehículos fue levantado por las autoridades judiciales pasadas las doce del mediodía, a esas horas todavía quedaban más de una decena de vehículos en los andenes de la carretera a la espera de ser retirados por las grúas.
No obstante, las unidades de rescate y búsqueda canina de la UME seguían su labor de búsqueda de posibles restos humanos que no hubiesen sido localizados dentro de sus vehículos al ser arrastrados por el torrente aguas abajo.
La ratonera del AVE
Y es que el paso inferior sobre la vía del AVE ha sido una de las zonas en la que mayor siniestros de vehículos se registraron, una auténtica ratonera en la que se vieron atrapados cientos de vehículos, al igual que la zona que cruza el barranco del Poyo entre Chiva y Cheste, aguas abajo, cerca del acceso a la AP-7, donde este viernes todavía continuaban muchos vehículos por retirar por lo que se había habilitado carriles con conos en los tramos despejados.
Ambos tramos se convirtieron la tarde-noche del martes en un escalofriante amasijo de coches, barro, agua y personas fallecidas, donde cientos de vehículos se vieron sorprendidos por la tromba de agua que desde el barranco del Gallo irrumpió en la Autovía y se llevó por delante a vehículos y conductores y donde aún hoy se podían ver troncos de grandes dimensiones y más de medio metro de tierra que fue arrastrada por la inimaginable corriente de la riada que convirtió ese tramo de la Autovía en un infierno.
Buñol acogió a 130 damnificados de la A3
Al tener constancia de la situación, el Ayuntamiento de Buñol se convirtió la noche del martes en el centro de recepción de damnificados, algunos de ellos heridos al intentar salvar su vida, por esta situación.
“En un primer momento las aproximadamente 130 víctimas fueron trasladados durante la tarde del martes a la estación de Renfe y a la Sala El Mercado donde fueron atendidos”, tal como ha explicó en su momento la alcaldesa, “por voluntarios que fueron llegando a las inmediaciones a pesar de estar todo el municipio sin energía eléctrica y lloviendo de manera descontrolada».
A través de las redes sociales y antes del apagón digital, desde el consistorio se solicitaron mantas y se dotó de alimentos a las personas allí alojadas, entre las que se encontraba una mujer embarazada.
“Los heridos fueron trasladados al Centro de Salud, ya que algunos llegaron con costillas o con piernas rotas al intentar salir de coches en la autovía para salvar sus vidas. El miércoles se cedió además el teatro Montecarlo para convertirse en centro de emergencias para la atención de víctimas”, como ha explicado Virginia Sanz, quien ha recordado que Buñol, “una vez más, se ha volcado ante esta catástrofe que ha producido muchos daños materiales y muchas víctimas”.
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