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Dos empresarios valencianos, Fernando Ponce de 45 años y Santiago Mañez de 35 años, amigos desde hace años y con sus empresas afincadas en Utiel y en Chiva, han decidido unir sus fuerzas empresariales por una causa solidaria con el objetivo de «poder ayudar de alguna manera desde sus empresas y así aportar su granito de arena, devolviendo a la sociedad un poquito de lo que perciben en situaciones normales de ella», tal como han explicado.
Fernando Ponce es gerente de Ponce Tecnologia Industrial, empresa valenciana dedicada a la metalurgia y especializada en el sector alimentario, higiénico e industrial. En su mano está la oferta de contenedores para ubicarlos en zonas próximas al hospital La Fe.
Por otra parte, Santiago Máñez es gerente de Dysama red de tiendas dedicadas a la cerámica, baños, cocinas y proyectos del sector construcción, y especializada en el suministro de materiales a empresas. Él se encargará de adecuar los contenedores con las labores de fontanería, instalando duchas, lavabos e inodoros, para el aseo de los sanitarios.
«Ambos son amigos desde hace años y al dedicarse al mismo sector son colaboradores también en el mundo empresarial. Son empresas que han desarrollado un crecimiento exponencial en los últimos 5 años, quizá por tener un carácter personal similar, muy enfocado en la mejora continua, una visión enfocada el 100% al cliente y una alta carga de compartir el mismo tipo de inquietudes y valores personales. Ahora nos une una causa solidaria, y ambos estamos muy comprometidos, pensamos que un pequeño grano de arena sumado a muchos otros granos, hacen montaña. Solo esperamos que muchas empresas con capacidad para ayudar hagan lo mismo. Pequeños gestos que en estos momentos llegan como milagros para muchos afectados”, tal como han explicado ambos.
La iniciativa surge a raíz del decreto del estado de alarma y la rehabilitación de una parte del edificio antiguo del hospital La Fé. Ambos empresarios, cada uno en su ámbito de actuación, coinciden una y otra vez entre el caos, la incertidumbre y un ritmo frenético de trabajo.
“Visto el ritmo frenético de las actuaciones autonómicas y las empresas, y que día a día la situación se ponía más crítica, pensamos en como colaborar con la sociedad de forma rápida y a coste cero dentro de nuestras pequeñas posibilidades. Fueron varias las ideas que nos surgieron entre las que encontramos poder instalar contenedores de barco, totalmente adaptados en su interior por la empresa de Ponce y con complementos de internos de la empresa Dysama, es decir como módulos con duchas interiores o habitáculos de descanso. Ya lo teníamos, era una ayuda directa a los héroes de esta batalla”.
“Pensamos que el personal sanitario necesitaría descansar, necesitaría tener habitáculos donde ducharse y cambiarse, donde poder tomar un café de forma tranquila en sus 5 minutos de descanso en esas largas jornadas sin descanso de trabajo. A partir de ese momento viendo que nuestras empresas empezaban a bajar su intensidad de trabajo dado el cierre de tiendas, se bloqueaban los contratos de trabajo y seguidamente un acusado bloqueo de obras…. Creo que el ser personas inquietas hace que estas iniciativas sean de forma rápida y ágil, y que cada uno tiremos de los hilos necesarios para poder llegar a poder hablar con las personas competentes para poder conseguirlo”.
“Pensamos pues en ocupar nuestras empresas y personal (siempre de forma voluntaria) al servicio de que podríamos aportar para ayudar a paralizar o a los que están haciendo posible la paralización de esta pandemia. ¿Cómo? Pues sinceramente no lo teníamos muy claro. Lo que si queríamos era ayudar, el cómo vendría después”.
Ambas empresas se ponen en marcha para contactar con aquellas personas que deben autorizar los trabajos y la aceptación de la ayuda y de forma ágil, La Fe ya cuenta con su primer contenedor, cuyo uso lo decidirá los responsables de los trabajos del hospital de campaña que se está instalando en las inmediaciones de La Fe.
Ambas empresas coinciden en que son «momentos en los que no se debe mirar colores políticos ni banderas, es necesario apoyar, cada persona con su granito de arena, para que esta tormenta pase de la forma más rápida posible para que todo vuelva a la normalidad y los efectos socioeconómicos sean minimizados al máximo».
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