El descenso del 15% de la cosecha y la apatía del mercado marcan el inicio de la vendimia valenciana

Los viticultores valencianos han empezado una nueva vendimia que viene determinada tanto por la excelente calidad de la uva como por un descenso global de la cosecha como mínimo del 15% respecto a la media de los últimos cinco años. A pesar de la práctica ausencia de operaciones de compraventa, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) anima a los productores a defender un precio digno -cuanto menos similar a la campaña pasada- ya que las condiciones objetivas del mercado en absoluto justifican la tendencia a la baja de un 30-40% en vinos tintos que han venido experimentando las cotizaciones en origen durante los últimos meses.

La principal característica de la vendimia valenciana es la desigual producción estimada en función de cada zona productora. Según un estudio técnico efectuado por AVA-ASAJA, la comarca Utiel-Requena sufrirá una merma generalizada del 20% en comparación con la cosecha media del último lustro, de manera que la oferta no alcanzará los 140 millones de kilos. Mientras que términos como Camporrobles, Venta del Moro y Caudete de las Fuentes apenas recolectarán la mitad de lo esperado tras la floración, otras localidades mantendrán e incluso incrementarán ligeramente su cosecha respecto a la temporada anterior.

El moscatel de La Marina también verá reducido su volumen de producción en un 20%, llegando a alcanzar mermas de hasta el 70% en Gata de Gorgos y Xàbia. Por el contrario, las comarcas centrales, así como La Hoya de Buñol y La Ribera Alta, tienen por delante una vendimia con un aumento del 15% de la cosecha, lo que permite augurar un aforo alrededor de 60 millones de kilos.

Entre las causas que hay detrás de estos descensos globales de producción destacan los intensos temporales de granizo, principalmente los registrados el 11 de mayo, 27 de mayo, 21 de junio y 10 de julio. Además, las inusualmente bajas temperaturas durante los meses de abril, mayo y junio han favorecido la expansión de la marchitez fisiológica sobre todo en la variedad Bobal, que representa el 80% del viñedo de Utiel-Requena. Otras enfermedades que han causado perjuicios y han obligado a los viticultores a asumir más costes en los tratamientos son el oídio, black-rot y la yesca. Este último hongo, que provoca el secado y muerte de la cepa, no cesa de propagarse por toda la provincia de Valencia porque si bien antes se venía combatiendo con aplicaciones de arsenito sódico, desde que la normativa fitosanitaria europea prohibió esta sustancia activa los viticultores no disponen de ningún producto eficaz para frenar esta afección.

Las tareas de recogida de la uva han arrancado esta misma semana con las variedades para vinos blancos en las comarcas centrales. En cualquier caso, las condiciones climáticas han motivado un retraso de la vendimia de unos 15-20 días dependiendo de cada zona productora.

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