Cheste está hoy más cerca que ayer de solucionar el problema de las inundaciones que afecta al municipio. Una subvención de más de 60.000 euros de la Diputació de València ha permitido a esta localidad de La Hoya de Buñol acometer la “penúltima fase” de la canalización del barranco Silleta, una obra que servirá para “encauzar las aguas pluviales procedentes de la zona alta del casco urbano hasta la Rambla de Chiva”, según ha explicado el alcalde del pueblo, José Morell.
“Nuestras demandas a la Diputació de València se han materializado en una subvención que nos ha permitido llevar a cabo estas obras tan necesarias”, ha destacado Morell. Una actuación que, con la ayuda de la Diputació, sumada a los 115.000 euros procedentes de las arcas municipales, contribuirá a “evitar las continuas inundaciones en la zona de la avenida de Castilla” y canalizar todas las aguas hacia la parte baja.
Según explican desde el propio Ayuntamiento, el barranco Silleta atraviesa el centro urbano del municipio, cubierto por edificios y vías públicas. Una situación que provocaba desde hace años que, ante episodios de fuertes lluvias, el agua se colara en los bajos, bares y comercios del casco urbano.
Es por esto que ya se hizo una primera actuación “hace mucho tiempo” para “desviar una parte del agua”, pero “no fue suficiente”. Por eso el proyecto actual era tan necesario: había que hacer pasar las aguas por debajo y llevarlas hasta el río. De momento ya se ha culminado la primera fase, y el agua ya pasa por debajo del casco urbano y las vías del tren. La segunda y última fase se pondrá en marcha “cuando se tengan recursos”.
Esta útlima etapa del proyecto rondará los 300.000 euros y aún está en fase de estudio, según informan desde el Ayuntamiento. Pero la corporación local se muestra satisfecha y confía en poder renovar la colaboración con la institución que preside Jorge Rodríguez. “En las últimas lluvias fuertes el agua salía por el alcantarillado. Con esta primera fase ya concluida esperamos poder evitar nuevas inundaciones”, afirman.
“La Diputació ha demostrado ser una institución que no solo piensa en obras ‘vistosas’, sino que también actúa y realiza obras tan necesarias como esta, que al final sirven para hacer que corra el agua y se solucione un problema tan grave de malos olores e higiene”, subrayan desde Cheste.
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