Mirada hacia atrás en el aniversario del devastador incendio forestal de 2012 que asoló La Hoya

Como publicó este semanario en su edición impresa, después de un intenso año, el negro ceniza que cubre buena parte de nuestros montes nos recuerda la importancia de preservar del fuego este privilegiado entorno medioambiental. En fechas en las que toca mirar al pasado es oportuno dar continuidad a todas aquellas iniciativas que buscan devolver el verde intenso a parajes que en las próximas fechas van a recibir la visita de miles de personas gracias a las llamadas Rutas Medioambientales promovidas por la Diputación de Valencia.
Esta iniciativa turística tiene como fin último ayudar a los municipios afectados por los devastadores incendios forestales de 2012 a potenciar sus numerosos encantos en tiempos en los que la promoción es esencial para salir adelante.
La reciente visita del presidente de la Diputación, Alfonso Rus, y del diputado de Turismo, Ernesto Sanjuán, a Cortes de Pallás ejemplifica la implicación de la Administración en este largo proceso de recuperación que se está completando con la limpieza de los montes.
La rápida recepción de las indemnizaciones no minimiza el impacto medioambiental y económico que ha tenido este terrible suceso que sobresaltó esta comarca desde el 28 de junio y hasta los primeros días del mes de julio.
En la edición especial que publicó tucomarca.com por aquellas fechas se ofrecieron datos y cifras pormenorizadas de uno de los más terribles sucesos de las últimas décadas que, por desgracia, se llevó por delante la vida del veterano piloto José Agustín Nieva, a quien meses después se rindió merecido homenaje en presencia de sus más allegados en Turís y Yátova.
Los datos ofrecidos tras el paso de las llamas fueron alrededor de 29.000 hectáreas quemadas en el incendio desatado en el término de Cortes de Pallás, un suceso que el propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, calificó como «uno de los más tristes que ha vivido la provincia de Valencia en toda su historia». No en vano, el mayor siniestro forestal que se recordaba hasta la fecha aconteció en los montes de Buñol en el verano del año 1991, afectando a varios términos municipales y calcinando 21.000 hectáreas.
En el terrible suceso de 2012 fueron una docena los municipios afectados: Cortes de Pallás, Dos Aguas, Macastre, Turís, Montroy, Real de Montroy, Alborache, Millares, Catadau, Llombai, Tous, Carlet y Yátova, población en la que se ha volvió a quemar el emblemático Motrotón, pero en la que se evitó que las llamas se propagaran por Mijares en dirección al término municipal de Requena.

Desalojo de vecinos
La constante amenaza del fuego y la intensa humareda puso en jaque a los servicios de emergencias en los primeros días de este incendio, obligando a evacuar a la totalidad de vecinos de Dos Aguas —alojados en el polideportivo de Turís—, algo que posteriormente se repitió en urbanizaciones como la de Altury en La Ribera, así como en las aldeas de El Oro y Otonel, estas últimas pertenecientes al término municipal de Cortes.
A todos ellos se unieron los vecinos que residían en la partida de Llanorell en Macastre, población que tuvo que evacuar también durante un día a los residentes de la zona del castillo y de la urbanización adyacente. En Yátova, la cercanía de las llamas al casco urbano también obligó a que alrededor de un centenar de vecinos dejaran sus casas a fin de evitar problemas de salud derivadas de la columna de humo. También por precaución se desalojó la residencia de ancianos Savia de Alborache, decisión que obligó a reubicar por diferentes puntos de la provincia a sus inquilinos.
Finalmente, todos los ciudadanos regresaron a sus domicilios y los vecinos con chalets ubicados en las zonas boscosas comenzaron a valorar en primera persona las consecuencias de un suceso que dejó muy tocado al entorno y tras el que, afortunadamente, se pudo mantener en pie a buena parte de las construcciones.
En materia agraria, desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja), se afirmó que los devastadores incendios que asolaron los montes valencianos afectaron a alrededor de 50.000 hectáreas, insistiendo en los efectos negativos para el sector agropecuario. Así, y de acuerdo con la valoración efectuada por los servicios técnicos, «los daños directos provocados por el fuego sobre la agricultura y la ganadería superaron los 21 millones de euros».
El máximo responsable del Consell, Alberto Fabra, estuvo desde el primer momento en primera línea de acción en el Puesto de Mando ubicado en Yátova, llegando a reunirse con el Ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz. También estuvo muy pendiente de todo lo sucedido el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, así como el coordinador General de Izquierda Unida, Cayo Lara, quien visitó parte de la zona afectada por las llamas, donde criticó la política de prevención del Consell.
Otras visitas destacas a Yátova fueron las de los ministros de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, y del ministro de Defensa, Pedro Morenés, quienes se reunieron con el president de la Generalitat para conocer los pormenores de los incendios de Cortes de Pallás y Andilla. Una reunión en la que también participó la Delegada del Gobierno en Valencia, Paula Sánchez de León; y el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, quien estuvo de forma ininterrumpida pendiente de lo acontecido. Un poco más en la distancia, vivieron el suceso el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, como el Rey Don Juan Carlos, quienes enviaron mensajes de apoyo a los afectados.
Si se puede subrayar algo positivo de este terrible suceso es el hecho de que todas las miradas de la nación se pusieron sobre esta comarca, dándola a conocer al resto del país. Y lo cierto es que quienes viven más de cerca el problema (como es el caso de los alcaldes afectados) no están dispuestos a olvidar lo ocurrido, pues todavía queda un mundo hasta lograr que esta zona recupere el aspecto que tenía antes del 28 de junio de 2012.