El Consorcio de Bomberos de Valencia hace frente a uno de los veranos más complicados de los últimos tiempos con las intervenciones en la Vall de la Gallinera y Bejís

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La presidenta del Consorcio, Maria Josep Amigó, explica que el Consorcio de Valencia ha hecho frente este verano a un total de 60 días en Alerta 3, 2.493 intervenciones en incendios de vegetación a lo largo del año en las comarcas valencianas y ha prestado apoyo a los incendios de las comarcas de Alicante y Castelló, lo cual ha motivado la necesidad de disponer de un refuerzo de unidades para poder atender estas circunstancias provocadas por el cambio climático

Durante el 2022, y hasta el 12 de septiembre, el Consorcio ha actuado en un total de 2.493 intervenciones en incendios de vegetación en las comarcas valencianas, de los cuales un 5% han sido incendios que afectaban masa forestal. La mayor parte de ellos se han concentrado en el periodo del 1 de junio hasta principios de septiembre.

En cuanto al número de incendios, se está en la media de los otros años, pero se espera que el número de hectáreas quemadas afectadas en la provincia sea muy superior al del mismo periodo de 2021, multiplicando ampliamente los de años anteriores.

Y es que según ha destacado el inspector jefe del Consorcio, José Miguel Basset, este año el periodo de mayor riesgo de incendios forestales ha estado «extraordinariamente marcado por una climatología extrema donde las olas de calor sucesivas y las altas temperaturas han estado presentes durante todo este periodo». Las consecuencias han sido muy visibles, con «incendios con un comportamiento extremo desde el inicio y, en general, fuera de capacidad de extinción”.

A pesar de que en la provincia de Valencia las lluvias de la primavera hicieron que la primera ola de calor del verano no fuera demasiado impactante, a medida que se sucedían las olas de calor, se perdió la renta hídrica del estrato vegetal y «se manifestó en la misma tipología de incendio que en el resto de territorios, como ejemplo más claro el incendio declarado en julio en la localidad de Venta del Moro donde se quemaron un total de 1.400 ha. Evitando que se extendiese hasta el máximo potencial de quema que eran aproximadamente 15.000 ha», ha señalado Basset.

En cuanto al resto del territorio donde también se vio amenazada la provincia de Valencia, se han sufrido dos incendios destacables en el mes de agosto . El primero en la Vall d’Ebo, en la provincia de Alicante, con 12.000 ha quemadas, muy próximo a la localidad de Villalonga y a urbanizaciones muy densamente pobladas como por ejemplo la Laguna, y donde se vio comprometida la sierra del Valle de la Gallinera. Una situación que motivó el apoyo de los efectivos del Consorcio de Valencia entre las poblaciones de Pego y Margarida, que comprendía todo el flanco norte del incendio, evitando su paso a las comarcas de la Safor y la Vall d’Albaida, con medios de bomberos, brigadas forestales, helicóptero y personal técnico de dirección del Consorcio. También en el mes de agosto, y prácticamente de manera simultánea, los bomberos del Consorcio tuvieron que intervenir en el incendio de Bejís, en la provincia de Castelló. Se quemaron unas 19.000 ha., de las que unas 1.300 ha. fueron en comarcas de Valencia, en concreto en la Serrania, afectando los municipios de Andilla y Alcublas. De nuevo el Consorcio de València estuvo trabajando con un amplio abanico de recursos humanos y técnicos en la extinción e incluso asumiendo la dirección conjunta del mismo desde el lugar de mando, frenando la progresión del incendio y evitando que los daños en las comarcas de Valencia fueran todavía mayores.

Frente a este tipo de situaciones, el Consorcio de València ha actuado siempre con un amplio dispositivo de extinción. Pero además, el Consorcio ha hecho frente a un total de 60 días en Alerta 3, lo cual ha motivado la necesidad de disponer de un refuerzo de unidades para poder atender esta circunstancia provocada por la meteorología. Según ha explicado la presidenta del Consorcio, Maria Josep Amigó, «este año hemos tenido una campaña extraordinaria, y esto ha obligado a una respuesta también extraordinaria, previendo todos los recursos necesarios para actuar allí donde fuera necesario en todo el territorio». En este sentido, en cada Alerta 3, se han incrementado en un 30% las dotaciones de bomberos, además de los parques de bomberos voluntarios y de la sala del Centro de Comunicaciones y Control, y se han establecido todas las brigadas forestales en disposición de vigilancia preventiva.

«Ha sido un verano muy duro, pero el conjunto de efectivos del Consorcio de Valencia han dado respuesta una vez más con gran profesionalidad a este gran reto, con una climatología extraordinaria que nos ha hecho enfrentarnos a un gran número de incendios muy complicados», ha destacado Amigó.

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