Entrevista. María Angeles Llorente: «En esta fase es muy importante que la gente se siga cuidando y sobre todo proteger a las personas mayores»

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Mª Ángeles Llorente es la concejala de Sanidad del Ayuntamiento de Cheste, que ha analizado para tucomarca.com el inicio de la desescalada prevista para las próximas semanas desde la fase cero en la que actualmente nos encontramos.

— PREGUNTA: Como concejala de Sanidad del Ayuntamiento de Cheste, ¿en qué situación se encuentra la población para afrontar el proceso desescalada en las próximas semanas?

— RESPUESTA: Cheste está en unas condiciones bastante buenas, lo ideal sería  llegar al numeró cero de contagios. Lógicamente, como en otras  poblaciones falta un poco para llegar este punto, pero la idea es intentar conseguirlo. La gente está saliendo adecuadamente y está respondiendo con muchísima responsabilidad e implicación y hay muy pocas personas que se salten las normas. Aunque nadie debe dejar de cumplir con todas las medidas de higiene y desinfección y, lo que es muy importante utilizando mascarillas. En Cheste, al igual que en otras poblaciones, el número de contagios ha bajado de una manera muy significativa y el objetivo es llegar antes del verano a ver si tenemos el número mínimo de contagios.       

— Hace unas semanas le preguntamos al alcalde por el nivel de la afección de la pandemia en Cheste y en ese momento nos dijo que medio. ¿Sigue en esa situación? 

— Sí, la afección ha sido como en todas partes de la comarca, más o menos medio. En Cheste las residencias se ha mantenido prácticamente sin casos y eso ha ayudado mucho a que el nivel de afección no haya sido medio. Pero insisto lo más importante es que está descendiendo en el número de contagios cada vez más y que eso seguirá siendo así, si cada persona continua siguiendo las normas y no nos confiamos. Además, ahora la gente que se contagia lo hace de manera más leve ya que cuantas menos personas hay infectadas más leves son los contagios. Por eso es tan importante que la gente se siga cuidando. Y sobre todo hay que cuidar muchísimo a las personas mayores que tienen que estar protegidas. En todas las salidas hay que guardar distancia de seguridad y a ser posible llevar mascarilla. En los comercios mascarillas y guantes y, por supuesto, desinfectar y lavar las suelas del calzado y la ropa cuando se llega a casa.   

— ¿Cree que se ha explicado bien a la ciudadanía cómo se van desarrollar estas fases de desescalada?

— Yo creo que toda pedagogía es poca. Creo que se está dando  mucha información a través de la televisión, que es un medio que llega a todas las casas, lo que me hace suponer que casi toda la población tiene la información necesaria y suficiente. También se está haciendo en las redes sociales, como en el Facebook del Ayuntamiento de Cheste, donde hay información por doquier, además de lonas gigantes con las medidas a tomar, que desde el Ayuntamiento hemos colocado en lugares muy céntricos de la localidad. Por lo tanto, yo creo que hay bastante información en Cheste, en colaboración siempre con el Centro de Salud que elabora y supervisa la mayor parte. Puede quedar un sector de la población que tenga algún nivel de desinformación, pero en general todo el mundo tiene la información por activa y por pasiva.

— ¿Ha ocurrido en Cheste lo que ha pasado en algunas grandes ciudades, que la gente se ha tirado en masa a la calle en cuanto el gobierno nos ha dejado salir?

— No, el primer día en el que salieron los niños sí que hubo alguna aglomeración de gente en algún punto concreto, pero en general no. Lo que se hizo el primer día es que la policía local fuese informando a la ciudadanía, para evitar esas aglomeraciones puntuales . Pero es que es muy difícil cuando se sale con niños que no se sienten en el suelo o que los padres no se sienten en un banco. Pero después de que se dijo a la población el primer día, luego ya no se ha producido. El primer día los niños quizás estaban tan ansiosos por jugar que no se dieron cuenta.  Ya no hay grandes  aglomeraciones en ninguna franja horaria. La gente, en general es responsable y no debe perderse esta responsabilidad porque la batalla contra el virus se gana con información y pedagogía pero también con la colaboración de todos y todas. Es necesario que todas las personas nos  de que la higiene y desinfección van a tener que formar parte cotidiana de nuestras vidas en el ámbito personal y en los espacios públicos. Esas medidas no sólo frenaran al corona virus, sino también a otras enfermedades infecciosas como la gripe u otras que puedan aparece en el futuro. Los buenos hábitos van bien para muchas cosas. Es importante que la gente se mentalice y vaya asumiendo todo esto como una cosa lógica y para mucho tiempo.    

— ¿Para cuanto tiempo?

— Ahora, de momento, vamos hacia el verano. Las fases son un ensayo de prueba y error. Si éstas van bien, se irá continuando con cada fase y abriendo la mano si no van subiendo los contagios. Si se nota que suben los contagios, habrá que retroceder en cada fase. Y hay que saber que esto no va a ser igual en todas las Comunidades Autónomas, y aquí concretamente en todas las áreas de salud. Se va a trabajar en función de Comunidades, luego comarcas y finalmente de áreas de salud. Y todo esto se desarrollará aproximadamente hasta el mes de julio, la cuarta fase. Después tendremos el verano y luego llegará el otoño, al que tendremos que estar muy atentos cuando empiece a ver qué ocurre. Para entonces quizás tengamos datos más veraces sobre número de contagios,y se habrá avanzado en  los métodos de diagnóstico y tratamiento. Cuantos más datos tengamos mejor, hasta que salga la vacuna que se prevé, como muy pronto, para no antes de un año o año y medio. Aunque nadie sabe nada con exactitud. En este tema nadie sabía nada y se van descubriendo cosas nuevas cada día.      

— En vista de este panorama, ¿por qué se está recomendado entonces todavía que la gente se quede en casa?

— Porque cuanto más tarde se coja el virus, mejor. A medida que pasan los días y meses, los médicos habrán descubierto mejores tratamientos y menos muertos habrá y más sitio en los hospitales para atender a todo el mundo. Nadie lo sabe, pero si en otoño hay más casos habrá que tomar alguna medida más. Nadie sabe con exactitud lo que ocurrirá en el futuro, cómo se estará, pero seguro que esta vez todos los sectores sociales estaremos mejor preparados para afrontarlo. Hay que ir reduciendo contagios, con avances médicos y los Ayuntamientos colaborando con la desinfección y ayudando en todo lo que  podamos a afrontar las situaciones derivadas

— Respecto a la desescalada por áreas de salud, ¿no cree que, aunque sobre el papel parezca sencillo, es muy complicado que las personas que residen en unas zonas no se muevan a otras, por cuestiones de trabajo, por ejemplo?

— No todas las Comunidades Autónomas están igual. Las fases no van a ser iguales. Esto es complicadísimo y quienes están diseñando ahora todo esto lo tienen francamente muy difícil. Porque hay que combinar los intereses de salud, que tiene que ser los absolutamente prioritarios, con los intereses económicos que también son importantes para que estas Comunidades salgan adelante. Lógicamente, hasta que no se tengan controladas las Comunidades Autónomas no se podrá ir de una a otra. 

— ¿No va a poder venir nadie de otra Comunidad a las playas de Valencia, por ejemplo?

 — No van a permitirlo, sólo van a abrirlas para la gente de la Comunidad hasta que no tengan las otras Comunidades en condiciones. 

— ¿Cree que se puede frenar que alguien de otra Comunidad, del interior por ejemplo, no venga a las playas de Valencia? 

— Yo creo que ya está frenado en este momento. Aunque es una cuestión de reponsabilidad y de todo lo demás. Lo que hay que eliminar son los contagios para que se puedan abrir las Comunidades. Creo que va a intentar hacer lo mejor posible, ningún gobierno debería arriesgar la salud de la ciudadanía. Pero claro, la salud es de muchos tipos: cuando hablamos de que no se salga a la calle también hay un coste de salud mental en eso con la gente confinada. La gente necesitara trabajo y no tenerlo también afecta a la salud.  A los mayores hay que cuidarlos, pero no los puedes tener siempre encerrados en sus habitaciones y en sus casas porque se morirán de pena. Hay que trabajar lo social, lo sanitario, el trabajo y la economía, todo simultáneamente para intentar salir de la situación.

— ¿Y los tests? 

— Yo creo que es muy conveniente hacer tests; lógicamente, nos enfrentamos al problema de que no hay test suficientes para todos y todas y faltan reactivos. El libre mercado, el capitalismo, han producido una serie de consecuencias en la sociedad muy duras. Los recortes en la Sanidad han afectado muchísimo. Diez años antes, la Sanidad estaba en mejores condiciones para abordar estos casos que ahora mismo. Esto no lo digo yo, lo dicen médicos y sanitarios. Lo que ha ocurrido, es que venimos de una crisis muy importante y teníamos la Sanidad recortada. Todos los países del mundo quieren tener tests y necesitamos tests para toda la población. Pero no sabemos cuándo podremos hacer test a la población porque no se sabe cuando estarán disponibles, sobre todo los reactivos, por lo que van a tener que hacerse por sectores de la población. También se está haciendo ahora un Estudio de Prevalencia y vernos los resultados cuando esté acabado. Según se informa a los sanitarios van a hacerle las pruebas en un par de semanas. Aquí en Cheste empezamos a hacer test esta semana a la Policía Local, a la Brigada y a los trabajadores que están atendiendo presencialmente. En otras dos fases se realizarán a los concejales y concejalas y al resto de trabajadores y trabaladoras.  Hay que matizar también que cualquier test no sirve, deben estar supervisados por médicos y por laboratorios homologados y Salud Pública debe tener información. No son baratos los tests, porque de media hacer uno cuesta 110 euros por persona. Y no los hacen a personas individuales, sino a colectivos.

— ¿Y la gente que piensa que dejar salir a la calle a la población sin haberse hecho los test es empezar la casa por el tejado?

— Yo creo que no. Ahora mismo estamos viendo que empezaron a salir los niños, luego los deportistas y vemos como la curva de contagios va disminuyendo cada día. Porque no se puede tener a la gente encerrada tanto tiempo, ya que las repercusiones pueden ser mucho más negativas. Hay que ver si saliendo poco a poco a la calle aumentan los contagios y, si no aumentan, es que podremos controlar los que tengamos. Y si además los contagios son leves querrá decir que podemos avanzar con la situación. Para poder saber si la situación mejora, la gente tiene que salir. Poco a poco vamos viendo lo que pasa saliendo cada grupo. Y llegaremos al final en el que estaremos todos en la calle. No puedes tener a la gente encerrada hasta septiembre.    

— ¿Pero así la gente está exponiéndose a posibles contagios, no?

— Vamos a ver, sí se respetan las normas de separación de 2 metros, mascarillas e higiene es difícil que nos contagiemos. Si hay pocos casos serán leves y los graves podrán ser atendidos mejor en los hospitales. Las muertes también han disminuido significativamente. Los tratamientos para curar han avanzado, ahora se están aplicando tratamientos que hacen mejorar a la gente más que antes. Y los fallecimientos se siguen produciendo principalmente en los grupos de mayores con diferentes patologías; aunque siempre hay alguno que sin patologías podría morir, pero no la gran mayoría.  

— ¿Y esto de que se faciliten los datos con cuentagotas o que no se den por municipios, cómo lo ve como concejala de Sanidad?

— Me parece acertado. El proceder de los Centros de Salud y otras entidades receptoras era atender a las personas con síntomas leves o graves. A las leves se les daba la baja y se les aislaba en sus casas con un control frecuente para ver cómo evolucionaban. A las más graves o aquellas de más riesgo de contagio, se les mandaba al hospital y allí decidían si hacía la prueba o no. A algunas se las mandaba a casa con medidas para el aislamiento y otras se quedaban ingresadas y se les hacia un seguimiento. El aislamiento a personas leves es de 15 días y si hay algún síntoma más importante hasta 21 días. Hasta que la persona no está completamente bien no se le da el alta. Simultáneamente se aislaba también a las personas que hubiesen tenido contacto con los y las afectadas. ¿Qué datos se debían haber dado entonces y para qué, si a los leves no se les hacía pruebas? No sabíamos el número real de los contagiados. Sólo sabíamos el número de aislados, de leves y de graves. De todos los aislados leves, no sabíamos cuantos hubiesen dado positivo en caso de haberles hecho las pruebas. Y además los asintomáticos que lo pudieran tener, tampoco los conocemos. ¿En qué mejora la situación que la población sepa estos datos? Lo importante es la colaboración entre los Centros de Salud y los Ayuntamientos para el control de determinadas situaciones. Lo importante es que en la Comunidad Valenciana, entre todos y todas hemos conseguido que los contagios bajen significativamente y las muertes sean menos. 

— La afección parece que no se va a eliminar al menos en los próximos meses y se van a implementar medidas como el control de la temperatura en espacios públicos. ¿Cree que medidas como esta se van a quedar ya para siempre con nosotros o van a ser temporales? 

— Bueno, nadie tiene la bola mágica para saberlo. Hay gente que se queda corta y otra que peca de catastrofismo. Nadie lo sabe. Hay que seguir tomando medidas sin duda para  limitar los contagios al máximo e intentar que las medidas lleguen a todos y todas para que esta pandemia no agrave las desigualdades sociales. No podemos dejar que sea un virus selectivo que se cebe con nuestros mayores o con los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Espero y confío que se encuentre la vacuna y esto desaparezca o pase a ser otra infección más a controlar como es la gripe.

— ¿Puede ser este uno de los virus que más nos puede seguir afectando en el futuro?

— No tengo ni idea. Llegó el ébola, la gripe aviar y otras pandemias para las que hemos encontrado soluciones aunque no siempre satisfactorias. Para este virus también acabarán encontrando una vacuna. Los seres humanos somos seres frágiles. A veces perdemos conciencia de lo frágiles que somos y estamos en la naturaleza sometidos a muchas cosas que nos pasan día a día y para las que no tenemos solución. Sólo hay que pensar por ejemplo en las personas que mueren al año por cáncer. 

— Y para finalizar, ¿qué mensaje le gustaría enviar a la ciudadanía después del confinamiento y pensando también en las semanas que aún nos quedan por delante?

— Pues quiero creer que vamos a encontrar una solución. Y para esto va a ser importantísima la colaboración de la gente. Que la gente respete las normas que le van llegando desde arriba. Que las respete tranquilamente y que vaya confiando en los sanitarios y en las personas que están al mando de esta situación. De momento vamos a ver las fases cómo se producen. Yo creo que en el verano vamos a poder salir a bares, en grupos y entre todos conseguiremos superar esto. Pero también hay que tener en cuenta que vivimos en un mundo globalizado con unos retos fundamentales como es el medioambiental, el de combatir la pobreza así como otras cuestiones que hay que solucionar que son también muy importantes para que este tipo de pandemias cuando se produzcan las podamos atajar mejor. Y me gustaría concluir dando las gracias a los sanitarios y a todas las personas que han estado al pie del cañón, las que han hecho la desinfección de calles, la policía, protección civil, las personas que han garantizado el suministro, las de servicios sociales, a Cruz Roja, Cáritas, a los voluntarios y voluntarias; a toda la gente que ha estado expuesta y, muy especialmente repito al personal sanitario y de limpieza. Y ya para terminar me gustaría reivindicar la necesidad de una Sanidad Pública y Universal que hay que mantener, privilegiar y dotar de recursos nuevamente para que sea capaz de atender cualquier imprevisto cuando llegue. Es imprescindible que la sanidad pública tenga los profesionales y los medios sanitarios necesarios para afrontar cualquier reto. Y no podemos olvidarnos de la investigación. No podemos congelar los presupuestos de investigación. La salud de la gente depende de la sanidad pública, de los presupuestos en investigación y del medio ambiente. Estas tres patas deberían ser reclamadas como prioritarias por la ciudadanía. Unido además a la soberanía alimentaria de los pueblos, la producción y el comercio en origen, que también es fundamental.