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Se establece en un convenio entre la Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática y el Ayuntamiento
El Consell ha aprobado el convenio de colaboración para 2020 entre la Vicepresidencia Segunda y Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática y el Ayuntamiento de Lliria para el desarrollo del proyecto de urbanización parcial de la cuesta de San Miguel y la instrumentación de la subvención correspondiente a este año.
Para la ejecución de esta proyecto, la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática aportará una subvención de 200.000 euros con cargo a los presupuestos de 2020. El proyecto tiene que entenderse como la puerta al convento de San Miguel y tendría que completarse en fases posteriores. El presupuesto total de la actuación ascenderá a 835.385 euros.
La superficie objeto del proyecto ocupa unos 3.410 m² y se ejecutará sobre tres zonas: la cuesta de San Miguel, la superficie de unas viviendas demolidas y el de la plaza que se forma en el arranque de la cuesta, entre las calles Quevedo, de Ruïnes de l’Aldea, de l’Aldea y de Recared.
La actuación comprende las obras de pavimentación y remodelación de las zonas, tanto peatonales como rodadas, se respetará la estructuración de estas, pero se ampliarán, donde sea posible, las aceras y las zonas ajardinadas existentes, y se dotará también la zona de mobiliario urbano (bancos, jardineras, fuentes, papeleras ).
De esta forma se contribuirá a diferenciar los espacios urbanos, se seguirá manteniendo un acceso rodado, pero se quiere dar a la subida un carácter principalmente peatonal.
El proyecto se encuentra lindando en su zona este con el yacimiento arqueológico «Poblado Ibérico Cerro de San Miguel», declarado Bien de Interés Cultural (BIC) del Patrimonio Histórico Español con la categoría de zona arqueológica, quedando en el interior del entorno BIC la superficie resultante de la demolición de unas viviendas.
Posteriormente a la demolición, se harán tres sondeos arqueológicos de 2,5×2,5 metros de superficie en esa zona para comprobar la existencia o no de vestigios arqueológicos.
El convenio tiene un plazo de vigencia desde su firma hasta el 31 de diciembre de 2020. Una comisión de seguimiento supervisará las actuaciones y estará integrada por dos representantes de la Generalitat y dos del Ayuntamiento de Llíria.
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